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ICO’s y Tecnología Blockchain en Emprendimientos de Economía Real

Autor: Dr. Manuel Ponce Peñalva

 

Sin dudas las expresiones bitcoin, blockchain y ICO (initial coin offering) están en boga. Ambas son parte de la terminología común de startups, finanzas, tecnología, entes reguladores etc.


En pocas palabras, un ICO es un mecanismo de financiación, generalmente descentralizado y atomizado, que consiste en la oferta inicial de una moneda o token digital y su posterior distribución a los inversores. El término deriva del IPO (Initial Private Offering), la emisión de acciones de una compañía en un mercado de valores.


Para algunas personas inmersas en la comunidad del blockchain y las criptomonedas, un ICO empieza generando desconfianza. Y tienen un punto, hubo muchas estafas y proyectos que murieron antes de empezar pero levantando varios millones de dólares de inversores en pocos días.


La realidad es que en un mercado relativamente nuevo donde hay bastante dinero fresco y listo para ser invertido —aunque a veces sea simplemente especulativo—, con un producto tentador, innovador y no regulado, no es de extrañar que eso pase. Es parte del proceso de aprendizaje de los mercados sobre la base del conocimiento disperso. Durante los años 2017 y 2018 se realizaron más de 2130 ICO’s y en total se invirtió más de USD 14.000 millones (1). Al sacar el promedio de esos datos da un total de USD 6.6 millones de dólares, un monto más que atractivo para los emprendedores.


Un caso curioso: Openvino


La gran mayoría de esos proyectos son de base 100% tecnológica. No hay muchos emprendimientos que hayan realizado un ICO y que tengan una actividad en la economía real, que dé un fundamental tangible al proyecto. Uno de los emprendimientos que asumió este desafío es la bodega Costaflores, quien emitió un ICO respaldado en botellas de vino.


Luego de la vendimia, cuando la empresa supo cuántas botellas de vino produciría en el año, emitió un Token ERC20 por cada botella de vino, aproximadamente 15.000 tokens. Los tokens se vendieron al poco tiempo de la cosecha, pero los inversores/compradores tienen que esperar 3 años para poder canjear tokens por vinos (2).


Esto permite a la empresa financiarse con una “preventa” de vinos a través de tokens, a los inversores comprar un activo digital respaldado en uno real, y a los consumidores comprar una botella de vino a un precio bastante menor que en la góndola. Los inversores y los consumidores pueden ser la misma persona, o interactuar en el mercado secundario a través del exchange en donde cotiza el token.


Para dar confianza a quienes confíen en el proyecto, Costaflores está implementando un esquema de open source company. Esto quiere decir que la empresa apunta a ser completamente transparente en cuanto a los procesos internos y a abrir su información al público. Este aspecto es completamente de vanguardia y no es para cualquiera. La empresa publicará, no solo cuando llovió en los lotes, si granizó o no, o que no utiliza agroquímicos, sino también cuánto paga de impuestos, de salarios, contadores, abogados, e incluso multas (si las hubiere). Toda esta información se subirá a la blockchain, de manera que luego no podrá modificarse. Y si se llega a omitir o falsear algún dato, el prestigio de la empresa está en juego.


Como si eso fuera poco, Costaflores regalará a cada tomador de vino, una acción de su empresa. Este regalo no es para los inversores especulativos, sino que se hace efectiva al abrir la botella de vino y completar un riguroso cuestionario sobre la experiencia del vino, junto con el KYC y cumplimientos de estilo.


Uso de la blockchain aparte de ICO’s


Está claro que el modelo Openvino no es para todos los emprendimientos. Este pretende evangelizar sobre el uso de la blockchain, la transparencia en la producción del vino y modernizar la industria vitivinícola. Pero si pueden aplicar aspectos de la blockchain para agregarle valor a las startups “TICs”, de base digital o incluso a los emprendimientos o Pymes tradicionales.


Tampoco es cuestión de forzar el uso de la blockchain solo porque esté de moda, y mucho menos emitir un ICO sin un fundamental firme y un proyecto sólido y escalable. Hay procesos en los que puede incluirse en todo o en parte esta tecnología para certificar etapas, metas o documentos, o para colgar algo en la red de manera inmutable.


Para analizar el uso de la blockchain pública de manera que agregue valor al emprendimiento es bueno tener en cuenta al menos estos parámetros (3):

  1. Necesidad de una base de datos

  2. Registro inmutables

  3. Acceso público a escribir

  4. No tener confianza plena en los usuarios

  5. Que haya una cierta cantidad de usuarios y transacciones

  6. Que las transacciones sean públicas

  7. Resolución de disputas sin árbitros/jueces


En definitiva, es posible utilizar los beneficios de la blockchain sin emitir un ICO, y muchos menos crear una blockchain propia. Las posibilidades son muchas, que incluyen desde certificaciones con blockchain, smart-contracts, arbitrajes para la resolución de conflictos, realidad virtual, pagar dividendos o rentas a inversores, y varios casos de uso que iremos desgranando a lo largo de varios artículos a publicarse sobre esta temática para aquellos interesados en esta disrupción tecnológica y cambio de paradigma que aún es incipiente.



(1) https://www.icodata.io

(2) http://www.openvino.org/

(3) https://medium.com/@sbmeunier/when-do-you-need-blockchain-decision-models-a5c40e7c9ba1

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